Los cigarrillos electrónicos, también conocidos como e-cigarrillos o “vapes”, son dispositivos que calientan un líquido para producir un aerosol que el usuario inhala. Estos dispositivos han ganado popularidad como una alternativa al tabaco tradicional, especialmente entre los jóvenes.
Los cigarrillos electrónicos consisten principalmente en una batería, un atomizador y un cartucho o tanque que contiene el líquido. Este líquido suele contener nicotina, propilenglicol (siendo este un líquido utilizado para la elaboración de glicoles y resinas poliésteres; además es utilizado como disolvente y en algunos fármacos, líquidos para frenos, fluidos hidráulicos, sustancias anticongelantes, sabores y perfumes), glicerina vegetal y una variedad de saborizantes. Algunos líquidos también pueden contener sustancias como el tetrahidrocannabinol (THC) y acetato de vitamina E, que han sido asociados con lesiones pulmonares.
El uso de cigarrillos electrónicos ha aumentado significativamente en los últimos años. En México, por ejemplo, su popularidad ha crecido entre adolescentes y adultos jóvenes. En Estados Unidos de Norteamérica, el uso de estos dispositivos ha alcanzado niveles epidémicos, con miles de casos de lesiones pulmonares y decenas de muertes.
El uso de cigarrillos electrónicos ha generado preocupación debido a su popularidad entre los jóvenes, quienes pueden desarrollar una dependencia a la nicotina. Además, existe el riesgo de que los usuarios de cigarrillos electrónicos pasen a consumir tabaco tradicional. La normalización del vapeo también puede socavar los esfuerzos de control del tabaco y la percepción pública de los riesgos asociados con el tabaquismo.
Complicaciones Médicas
El uso de cigarrillos electrónicos puede causar una variedad de complicaciones médicas. Las más comunes incluyen lesiones pulmonares, conocidas como EVALI (E-cigarette or Vaping product use-Associated Lung Injury), que pueden ser graves y potencialmente mortales. Otros efectos incluyen un aumento del riesgo de enfermedades cardíacas y trastornos pulmonares. Además, la exposición pasiva al aerosol puede afectar a no fumadores, incluyendo niños y mujeres embarazadas.
Riesgos a Corto Plazo
Irritación Respiratoria. El aerosol de los cigarrillos electrónicos puede causar irritación en las vías respiratorias, similar a la que produce el humo del tabaco. Los ingredientes comunes en los líquidos de vapeo, como el propilenglicol y la glicerina vegetal, pueden ser tóxicos para las células pulmonares.
Lesiones Pulmonares. El uso de cigarrillos electrónicos ha sido asociado con EVALI (lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o vapeo). Esta condición puede causar síntomas graves como dificultad para respirar, dolor en el pecho y tos. Se ha relacionado especialmente con productos que contienen tetrahidrocannabinol (THC) y acetato de vitamina E.
Intoxicación por Nicotina. La ingesta accidental de líquidos de cigarrillos electrónicos, especialmente en niños, puede causar intoxicación aguda por nicotina.
Riesgos a Largo Plazo
Enfermedades Cardiovasculares. El uso prolongado de cigarrillos electrónicos puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas debido a la exposición a nicotina y otras sustancias químicas.
Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). El aerosol de los cigarrillos electrónicos contiene sustancias químicas como acroleína, que es un herbicida y puede causar daño pulmonar agudo y contribuir al desarrollo de enfermedades como la EPOC.
Reducción de la Capacidad Pulmonar. El uso prolongado de cigarrillos electrónicos puede disminuir la capacidad respiratoria y causar problemas de salud a largo plazo. La exposición continua a los productos químicos presentes en los líquidos de vapeo puede dañar los tejidos pulmonares y afectar la función pulmonar.
Cáncer. Aunque se necesita más investigación, algunos estudios sugieren que los productos químicos presentes en el vapor de los cigarrillos electrónicos pueden dañar las células y aumentar el riesgo de cáncer a largo plazo.
Adicción a la Nicotina. La nicotina es altamente adictiva y puede afectar el desarrollo del cerebro en adolescentes y adultos jóvenes, lo que puede llevar a una dependencia a largo plazo.
Otros Riesgos
Explosiones y Quemaduras. Ha habido casos de explosiones de baterías de cigarrillos electrónicos, lo que puede causar quemaduras graves.
Exposición Pasiva
Las personas cercanas a los usuarios de cigarrillos electrónicos también pueden inhalar el aerosol, lo que puede ser perjudicial para su salud. Las emisiones de segunda mano contienen nicotina, partículas ultrafinas y otros compuestos tóxicos.
La exposición pasiva al vapeo, también conocida como vapeo de segunda mano, puede tener varios efectos negativos para la salud. Aunque se considera que el vapor de los cigarrillos electrónicos contiene menos sustancias tóxicas que el humo del tabaco, no está exento de riesgos. Algunos de los principales efectos de la exposición pasiva son:
Exacerbación del Asma. Las personas con asma pueden experimentar un empeoramiento de sus síntomas debido a la exposición al aerosol de los cigarrillos electrónicos.
Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). La exposición pasiva al vapeo puede contribuir al desarrollo o empeoramiento de la EPOC, una enfermedad que causa dificultad para respirar.
Inflamación. El aerosol de los cigarrillos electrónicos contiene partículas ultrafinas y compuestos químicos que pueden causar inflamación en las vías respiratorias.
Estrés Oxidativo. La exposición al vapor de los cigarrillos electrónicos puede aumentar el estrés oxidativo en el cuerpo, lo que puede dañar las células y tejidos.
Ansiedad. Algunos estudios han encontrado que la exposición pasiva al vapeo puede estar asociada con un aumento de la ansiedad.
Absorción de Nicotina. Los niños expuestos al vapeo en espacios cerrados pueden absorber nicotina, aunque en cantidades menores que el humo del tabaco, lo que puede afectar su desarrollo.
Problemas Respiratorios en niños. Los niños expuestos al vapeo pasivo tienen un mayor riesgo de desarrollar bronquitis y dificultad para respirar.
Legislación en Latinoamérica
México. En México, la legislación sobre cigarrillos electrónicos es bastante estricta. Desde mayo de 2008, la Ley General para el Control del Tabaco prohíbe la venta de estos dispositivos. Además, en 2020, se emitió un decreto presidencial que prohíbe la importación de cigarrillos electrónicos. En 2022, se reforzó esta prohibición con un decreto que prohíbe la circulación y comercialización de estos dispositivos en todo el país. Estas medidas buscan proteger la salud pública, especialmente la de los jóvenes, quienes son más susceptibles a los efectos negativos de estos productos. Aunque la venta clandestina aún no se controla.
Argentina. En Argentina, la venta y publicidad de cigarrillos electrónicos también está prohibida. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) emitió una resolución en 2011 que prohíbe la comercialización de estos dispositivos debido a la falta de evidencia sobre su seguridad y eficacia.
Brasil. Fue uno de los primeros países en prohibir los cigarrillos electrónicos. La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) prohibió la venta, importación y publicidad de estos dispositivos en 2009. Esta prohibición se basa en preocupaciones sobre los posibles riesgos para la salud y la falta de estudios concluyentes sobre su seguridad.
Uruguay: Prohíbe la venta y publicidad de cigarrillos electrónicos desde 2009.
Panamá: Implementó una prohibición similar en 2014.
Nicaragua, Surinam y Venezuela. También han prohibido la venta de estos dispositivos.
En otros países de la región, como Colombia, Chile y Perú, existen regulaciones parciales que restringen la venta y publicidad de cigarrillos electrónicos, pero no los prohíben completamente. Estas regulaciones varían en su alcance y aplicación, y en algunos casos, permiten el uso de estos dispositivos bajo ciertas condiciones.
Uso de Cigarrillos Electrónicos en México
En México, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua 2022, el 2.6% de los adolescentes y el 1.5% de los adultos en México reportaron usar cigarrillos electrónicos. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) estima que al menos 5.02 millones de personas entre 12 y 65 años han usado alguna vez un vapeador, y 975 mil lo utilizan actualmente. Aproximadamente 938 mil adolescentes han usado alguna vez estos dispositivos, y 160 mil los consumen regularmente.
Diferencia vs Tabaco
El vapeo es una tendencia relativamente nueva, y aunque no hay suficientes datos a largo plazo para afirmar con certeza si los cigarrillos electrónicos causan cáncer de pulmón, se ha relacionado a sustancias químicas presentes en los cigarrillos electrónicos con un mayor riesgo de esta enfermedad, además que sí se ha relacionado con otras enfermedades que también se presentan en fumadores de tabaco regular, cómo es la lesión pulmonar, enfermedades cardiovasculares y EPCO.
Estudios recientes han demostrado que vapear y fumar tabaco juntos aumenta aún más las probabilidades de cáncer de pulmón en comparación con solo fumar, por lo que podemos observar que el uso conjunto potencializa los efectos adversos de estos productos.
Consideraciones para los Seguros de Salud
Por lo antes expuesto, desde el punto de vista de la suscripción en los seguros de salud, al evaluar una solicitud de algún producto, es importante considerar no solo el uso individual de cigarrillos electrónicos, sino también investigar su combinación con el tabaco regular. La potencialización de sus efectos podría aumentar el riesgo y modificar nuestra evaluación durante el análisis de la suscripción.
Conclusiones
El uso de cigarrillos electrónicos, o “vapes”, ha aumentado significativamente en Latinoamérica y los Estados Unidos de América, especialmente entre los jóvenes. Estos dispositivos, que contienen nicotina y otros químicos, presentan varios riesgos para la salud, incluyendo lesiones pulmonares, enfermedades cardíacas y potenciales riesgos de cáncer. Además, la exposición pasiva al aerosol de los cigarrillos electrónicos también afecta negativamente a no fumadores, incluyendo niños y mujeres embarazadas.
En respuesta a estos riesgos, varios países latinoamericanos han implementado legislaciones estrictas para prohibir o restringir la venta y publicidad de cigarrillos electrónicos, con el objetivo de proteger la salud pública y prevenir la normalización del vapeo entre los jóvenes.
