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¿Es la pandemia por el nuevo coronavirus un cisne negro? Consideraciones para los aseguradores

Escrito por: 
Yazmin Luna
23 julio, 2020 • 
3
 min de lectura

Resumen del artículo

Así como las múltiples advertencias y la importancia histórica relativa pueden no hacer de la pandemia por COVID-19 un cisne negro, su impacto aún será significativo y amplio y podría ayudarnos a anticipar y prevenir de una mejor forma una pandemia grave en el futuro. Y si no somos capaces de prevenir, por lo menos sabremos más acerca de cómo puede desarrollarse un evento similar, el impacto que podría tener en las aseguradoras de personas y cómo reaccionar.
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La pérdida dolorosa de vidas y el impresionante impacto económico como consecuencia del brote del coronavirus ha elevado la atención en los eventos de baja probabilidad, y alta severidad que se encuentran formando la base de estas promesas.

El Cisne Negro, escrito por Nassim Nicholas Taleb, sugiere que es difícil conocer ambos, la probabilidad y el tamaño de tales eventos extremos, y explica cómo un evento puede convertirse en un cisne negro:

Así que, ¿es la crisis del COVID-19 un cisne negro?  Basado en el criterio de Taleb, no está fuera del ámbito de las expectativas regulares porque, históricamente, las pandemias han sido uno de las causas más importantes de muertes, excediendo a los desastres naturales y las guerras.  Sin embargo, aunque está claro que la pandemia actual tendrá un impacto masivo en las personas y en la economía es demasiado temprano predecir cómo terminará desarrollándose , no parece que el COVID-19 producirá resultados globales de mortalidad cercanos a, por ejemplo la pandemia de influenza de 1918.  Aunque la naturaleza del virus y sus manifestaciones no pudieron ser previstas en forma exacta, los expertos habían estado advirtiendo por décadas acerca de un posible escenario de una pandemia global por una enfermedad respiratoria producida por un virus altamente infeccioso – no era una cuestión de si ocurriría, sino de cuándo.  El número de eventos recientes de brotes más pequeños como SARS, MERS y H1N1, apuntan también a esta realidad.

Otra forma de proporcionar alguna perspectiva es pensar acerca de lo que constituye un evento en 200 – el escenario con frecuencia utilizado para probar el requerimiento de capital adicional para mantenerse estable ante una situación de estrés.  En forma histórica, esto sería equivalente a considerar los 10 eventos más significativos en los últimos 2,000 años, un periodo de tiempo que incluye la caída del Imperio Romano, el descubrimiento del Nuevo Mundo, la invención de la imprenta y el surgimiento de la democracia como la forma más importante de gobierno, por nombrar algunos.  Actualmente, numerosos factores indican que la pandemia probablemente no será considerada un evento en 200, menos aún un cisne negro; sin embargo, ha incrementado la atención sobre la potencial magnitud que los brotes de las enfermedades infecciosas pueden tener a pesar de los impresionantes recursos médicos, tecnológicos y financieros del mundo moderno.

Así que, ¿qué significa esto para las aseguradoras al estar tomando riesgos de baja probabilidad, de alto impacto?  El prepararse para la adversidad real requiere anticipar lo que puede venir, no sólo aprendiendo de los registros históricos acerca de los que pudo sorprender a la industria en el pasado.  Al intentar crear un escenario adverso útil, es importante tomar en consideración las siguientes limitaciones:

El resultado es sólo tan bueno como lo que se ingresa, y los supuestos con frecuencia son redondeados a algunos dígitos significativos.  Los resultados son sólo precisos al mismo número de dígitos.

  1. Es difícil validar los supuestos acerca de la distribución de la probabilidad de riesgos al final.  Dado el registro económico de sólo alrededor de 100 años en la era moderna, la cantidad de experiencia en muchos riesgos económicos es insuficiente para extrapolar en forma efectiva al final.
  2. Los modelos sólo contienen los riesgos que son comprendidos – muchos riesgos del final son removidos por completo del proceso.  Por ejemplo, los datos de países en donde el régimen cambia o en donde han ocurrido ajustes económicos mayores, frecuentemente son excluidos.  Sin embargo, estas experiencias inusuales que han sido excluidas pueden representar los datos de riesgos del final que se necesitan.
  3. Los riesgos que generalmente son independientes pueden cambiar en un evento del final.  El análisis del escenario integrado que considera cómo las cosas pueden ir mal, puede ser más revelador para estos efectos, que los modelos computacionales.

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