Las condiciones de salud mental son de las enfermedades más comunes en todo el mundo, afectando a casi mil millones de personas1 y representan casi un tercio del total de años vividos con discapacidad (YLD por sus siglas en inglés)2.
A pesar de la omnipresencia de este problema, la Organización Mundial de la Salud calcula que los gobiernos de todo el mundo destinan poco más del 2% de sus presupuestos de salud al cuidado mental3. Esta brecha asistencial presenta tanto oportunidades como retos para las aseguradoras de vida y salud en todo el mundo.
Históricamente, se ha considerado que las aseguradoras adoptan un enfoque cauteloso a la hora de evaluar la salud mental. A raíz de la pandemia de COVID-19 y su reconocido impacto en el bienestar mental, RGA se propuso conocer las opiniones de las aseguradoras de vida y salud de todo el mundo sobre las tendencias actuales en salud mental y saber cómo están respondiendo.
De enero a abril de 2023, RGA realizó 17 entrevistas cualitativas con aseguradoras de vida y salud de todo el mundo, seguidas de una encuesta cuantitativa en línea con 137 encuestados. Los resultados de la encuesta destacan las actividades de las aseguradoras en relación con las iniciativas de salud mental y proporcionan una visión general de los nuevos desarrollos, tanto a nivel mundial como regional. El informe describe cómo las principales aseguradoras de vida y salud están posicionando actualmente la salud mental dentro de sus prioridades estratégicas, incluidas las reclamaciones, la suscripción y el desarrollo de productos y propuestas.
Una necesidad creciente
A escala mundial, la salud mental es una prioridad máxima o moderada para el 85% de los encuestados. Entre las iniciativas de salud mental más destacadas figuran la evolución de los enfoques y prácticas de gestión de reclamaciones y suscripción, la prestación de servicios de valor agregado a los asegurados y/o reclamantes, y la mejora del apoyo o la programación para los empleados. La mayoría (57%) de los encuestados declaró que en los dos últimos años había aumentado la demanda de productos y servicios relacionados con la salud mental.
A pesar de la demanda percibida de servicios y productos de salud mental, solo la mitad de los encuestados (50%) informó del uso de especialistas en salud mental (por ejemplo, personal médico especialista para apoyar el desarrollo de productos, la suscripción y las reclamaciones, y los programas de apoyo al bienestar), y solo el 27% lanzó nuevos productos y servicios en los últimos dos años. Esto incluyó coberturas mejoradas de productos, programas de asistencia a empleados (EAP, por sus siglas en inglés), apps, atención virtual y apoyo de especialistas en salud mental, terapia cognitivo-conductual por internet (iCBT, por sus sigla en inglés), acceso a redes de asesoramiento y soluciones de medicina de precisión como la farmacogenética.
Casi una cuarta parte (23%) de los encuestados informaron de futuros planes de desarrollo de productos para mejorar las ofertas, añadir coberturas o eliminar exclusiones para las enfermedades mentales. Entre los principales obstáculos al progreso figuran los problemas de suscripción y gestión de reclamaciones, la definición adecuada de las afecciones cubiertas y la disponibilidad de datos para la tarificación. Aproximadamente la mitad (49%) de los participantes cree que los clientes no pueden adquirir una cobertura de seguro adecuada para las enfermedades mentales en su mercado, lo que supone un notable déficit de protección.
Implicaciones de suscripción y reclamaciones
En medio de estos retos, el sector de los seguros de vida y salud está avanzando en la adaptación de los enfoques de suscripción para ampliar el alcance de los riesgos aceptables. El 49% de los encuestados ha actualizado sus filosofías o prácticas de suscripción en los dos últimos años en respuesta a las tendencias de la salud mental. Con un énfasis creciente en la ampliación del acceso a la cobertura, el 48% tiene previsto actualizar sus filosofías o prácticas en los próximos dos años.
Los resultados de la encuesta revelaron que el 82% estaba de acuerdo o muy de acuerdo en que las directrices de suscripción existentes han contribuido a un enfoque conservador de la evaluación del riesgo de salud mental. Entre los principales retos de la suscripción figuran la obtención de información suficiente para obtener una imagen completa del riesgo, la recepción de información adecuada de los clientes y la obtención de pruebas médicas adecuadas para realizar una evaluación precisa del riesgo.
En el ámbito de la gestión de reclamaciones se obtuvieron diversas respuestas sobre la evolución de los procesos de apoyo a la salud mental de los solicitantes, por ejemplo mediante recursos especializados y servicios de valor agregado, en particular para los productos de discapacidad. El 43% de los encuestados indicaron que utilizaban recursos de gestión de reclamaciones específicos para los casos de salud mental. Las respuestas regionales variaron, con recursos ofrecidos principalmente en Norteamérica, Australia y Nueva Zelanda, lo que indica que se trata de un área de oportunidad a nivel mundial.
Entre las aseguradoras que ofrecen productos de discapacidad/protección de ingresos, el 50% de los encuestados ofrecen actualmente redes de asesoramiento (con expertos en salud mental), el 41% ofrecen intervenciones diseñadas para apoyar o permitir a los solicitantes volver al trabajo, y el 39% ofrecen atención médica virtual para apoyar el bienestar general. El mayor reto en relación con la evaluación y la gestión de las solicitudes de indemnización por incapacidad fue la dificultad para recibir apoyo del médico tratante para facilitar la reincorporación al trabajo.
Conclusión
El sector de los seguros de vida y salud tiene la oportunidad y la responsabilidad de aumentar y mejorar el apoyo a las iniciativas de salud mental. Esto incluye apoyar la defensa, la educación y la investigación; adaptar las prácticas de suscripción para ampliar la elegibilidad de los solicitantes con problemas de salud mental; mejorar la cobertura de las condiciones de salud mental; y proporcionar un mayor acceso a los servicios. Ninguna de estas medidas puede tomarse de forma aislada: todas dependen unas de otras como parte de una solución global.
La educación y la investigación conducen a la reducción del estigma, lo que facilita la evolución de las prácticas de reclamación y suscripción, que permite ampliar la elegibilidad y mejorar la cobertura, lo que en última instancia conduce a un mayor acceso a los servicios de salud mental para quienes los necesitan.
Del mismo modo, las aseguradoras no pueden trabajar de forma aislada. Todo el sector y los socios pertinentes del ecosistema deben trabajar juntos para lograr la transformación necesaria. El noble propósito de los seguros es proteger a las personas en tiempos de necesidad, y el sector puede y debe desempeñar un papel vital al momento de abordar las cambiantes necesidades mundiales en materia de salud mental.
La magnitud de la crisis actual es asombrosa y sus efectos sobre la economía, las personas y los sistemas sanitarios siguen aumentando. Es hora de que el sector atienda este llamado urgente a la acción, acelere el progreso y se dé cuenta del importante impacto que los seguros pueden tener en el tratamiento de la salud mental y sus resultados.
Póngase en contacto con nosotros para obtener más información sobre los resultados de la encuesta y sobre cómo RGA ayuda a las aseguradoras a satisfacer la creciente demanda de cobertura de salud mental.