La era de la medicina psicodélica podría haber llegado.
El 3 de febrero, la Administración de Bienes Terapéuticos de Australia anunció que, a partir del 1 de julio de 2023, los psiquiatras autorizados podrían recetar medicamentos que contienen psilocibina y la droga sintética MDMA (conocida como éxtasis) para tratar ciertas condiciones de salud mental, incluyendo la depresión y el trastorno de estrés postraumático. Así, Australia se convirtió en el primer país en reconocer oficialmente las sustancias psicodélicas como medicinas.
Para muchos pacientes con enfermedades mentales específicas que no responden a los tratamientos actuales, esta decisión es una respuesta bienvenida a la falta de opciones de tratamiento. Los defensores tienen la esperanza de que este sea el primer paso de muchos para expandir el uso de los psicodélicos a otros países y tratar una variedad de condiciones, desde el alcoholismo hasta el trastorno obsesivo-compulsivo.
Para las compañías de seguros de vida y salud, las implicaciones podrían ser profundas. A medida que aumenta la necesidad de servicios de salud mental y cobertura de seguros asociados, la búsqueda de soluciones se vuelve más urgente. Los psicodélicos podrían ser parte de la solución. (Nota: Este artículo se centra en sustancias naturales no sintéticas en comparación con sintéticos como el MDMA).
¿Qué son las sustancias psicodélicas?
Las sustancias psicodélicas, comúnmente llamadas alucinógenos, son compuestos psicoactivos que ocurren naturalmente en plantas o son sintetizados en laboratorios. En dosis específicas, pueden hacer que una persona alucine y pueden afectar el pensamiento, el estado de ánimo, el sentido del lugar y el tiempo, y el control corporal. Las plantas psicodélicas han sido utilizadas durante siglos y tradicionalmente se consumían durante ceremonias sagradas. Hoy en día, muchos botánicos que contienen sustancias alucinógenas, como la ayahuasca (dimetiltriptamina/DMT), “setas mágicas” (psilocibina), el peyote (mescalina) y la salvia divinorum (salvinorina-A), se utilizan como tratamientos alternativos para condiciones como la ansiedad, el estrés, la depresión, la adicción a sustancias y el dolor.
El ácido lisérgico dietilamida (LSD) es probablemente la sustancia psicotrópica sintética más conocida (drogas que afectan la mente). El LSD se hizo popular en la década de 1960 pero posteriormente fue designado como una droga de la Lista I por la Agencia de Control de Drogas (DEA) de EE. UU. en 1968. Las drogas de la Lista I se definen como aquellas que “no tienen un uso médico aceptado actualmente y tienen un alto potencial de abuso”.1 Incluyen el 2C-B sintético (2,5-dimetoxi-4-bromoetilamina), DMT, la mescalina y la psilocibina.2
El Centro Europeo de Monitoreo de Drogas y Adicciones a Drogas, que sigue el sistema de la ONU, enumera sustancias psicotrópicas, como el 2C-B, DMT, LSD, la mescalina y la psilocibina, como sustancias de la Lista I, señalando que dichas drogas presentan “un alto riesgo de abuso, representando una amenaza particularmente grave para la salud pública y que tienen muy poco o ningún valor terapéutico”.3
Prevalencia de uso.
La Encuesta Mundial de Drogas 2021, basada en datos de más de 32,000 personas en 22 países, mostró que el uso a lo largo de la vida y el uso en el último año de psilocibina (“hongos mágicos”) fue del 33.4% y 15.7%, respectivamente. Para el DMT, una sustancia que se encuentra en la ayahuasca, los encuestados informaron que el uso a lo largo de la vida fue del 8.9% y el uso en el último año fue del 4.3%. En comparación, el tetrahidrocannabinol de cannabis (marihuana), que no es un psicodélico, fue con mucho la droga más popular con un uso a lo largo de la vida y en el último año reportado en 74.5% y 57.4%, respectivamente.4
Figura: Tasas de uso global de drogas (%) 2021 por categoría4
La Encuesta Nacional sobre el Uso de Drogas y la Salud de EE. UU. de 2019 estimó que 1,9 millones de estadounidenses mayores de 12 años habían consumido sustancias alucinógenas en el último mes, similar al nivel de abuso de analgésicos, cocaína y tranquilizantes/sedantes (2 millones cada uno). El número total de usuarios en el último año de alucinógenos fue de 6 millones, mayor que el abuso de tranquilizantes o sedantes (5,9 millones) o el consumo de cocaína (5,5 millones). El uso de alucinógenos en personas mayores de 12 años aumentó del 1,8% en 2015 al 2,2% en 2019, y entre adultos mayores de 26 años, aumentó del 0,8% en 2015 al 1,5% en 2019.5
Sustancias psicodélicas de origen vegetal
Ayahuasca: La ayahuasca es un té psicodélico hecho de las hojas y los tallos de dos plantas nativas de la región amazónica. Las hojas del arbusto Psychotria viridis contienen N-N-dimetiltriptamina (DMT), una sustancia psicodélica potente, mientras que los tallos de la vid Banisteriopsis caapi contienen inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAOs) llamados beta-carbolinas, que impiden la descomposición del DMT.
Los efectos suelen sentirse durante la primera hora de consumo y pueden durar hasta seis horas. Aunque no se sabe que sea adictivo, dosis altas de DMT pueden causar convulsiones, paro respiratorio y coma, así como reacciones adversas para usuarios con afecciones psicológicas preexistentes. Aunque el DMT es una sustancia controlada en los Estados Unidos, la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa de los Estados Unidos permite su uso en las iglesias ayahuasqueras modernas. La DEA y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos también permiten la investigación clínica de la sustancia.
Presuntamente, el DMT tiene varios beneficios para la salud, como aumentar el flujo sanguíneo al cerebro y mejorar la memoria y el bienestar emocional. Un estudio en ratones en 2017 encontró que los beta-carbolinos podrían tener efectos neuroprotectores y potenciadores cognitivos al reducir la inflamación y el estrés antioxidante. Un pequeño estudio en humanos mostró que tomar ayahuasca una vez a la semana durante cuatro semanas era tan efectivo como un curso de mindfulness de ocho semanas.6
Peyote: El peyote es un cactus pequeño y en forma de botón, nativo de algunas partes del sur de Estados Unidos, del cual se extrae la sustancia psicodélica conocida como mezcalina. Al consumirlo, la mezcalina actúa sobre los receptores de serotonina en el cerebro responsables de los efectos psicodélicos. Al igual que la ayahuasca, la mezcalina es una sustancia controlada permitida para su uso en ceremonias sagradas.
Tradicionalmente, el mescalina ha sido utilizado para tratar el dolor, enfermedades de la piel y heridas como mordeduras de serpiente. El peyote se puede secar y comer, hervir para hacer té o tomar en forma de cápsula. Los efectos de la mescalina pueden ocurrir en una hora y durar hasta 12 horas, el doble que el DMT.6
Psilocibina (hongos mágicos): La psilocibina es una sustancia que se encuentra de forma natural en más de 180 especies de hongos. Después de su consumo, la psilocibina se convierte en psilocina, la sustancia química que causa alucinaciones. Los efectos psicodélicos suelen aparecer en los primeros 30 minutos después de su ingesta. Cuando se consume en forma líquida, los efectos comienzan en cinco a 10 minutos y duran de cuatro a seis horas. Mientras que estudios recientes han informado una serie de efectos cognitivos positivos (consultar la sección Terapia psicodélica a continuación), los efectos adversos, especialmente en dosis altas, incluyen ataques de pánico, flashbacks severos y psicosis persistente.7
Salvia divinorum: La Salvinorina-A, derivada de la planta de menta Salvia divinorum, que es nativa de México, es un alucinógeno potente y natural que activa receptores opioides específicos en el cerebro. A veces se le conoce como Salvia de los adivinos, Ska María Pastora o Salvia de los visionarios. Los usuarios pueden comprar la droga en varias formas, como hojas, tinturas (líquidos) y quids (salvia comprimida), y puede ser fumada, vaporizada e inhalada, masticada o preparada como té. Los efectos, que incluyen ansiedad, amnesia, alucinaciones, movimientos corporales incontrolados, distorsión del tiempo y aumento de la temperatura corporal, aparecen dos minutos después de fumar y pueden durar 20 minutos. Actualmente, la Salvinorina-A no es identificada como una sustancia controlada por los Estados Unidos o la ONU, pero la DEA la etiquetó como una “droga de preocupación” en 2004 y actualmente es ilegal en algunos estados de los EE. UU.1
Terapia psicodélica
La terapia psicodélica es el uso de sustancias alucinógenas para mejorar la concentración, la energía o para tratar condiciones de salud como la ansiedad, el estrés, la depresión, el dolor y la adicción a sustancias. Este tipo de terapia, que aún no ha sido aprobada por la mayoría de las entidades reguladoras, puede ser ofrecida como un tratamiento único o a través de microdosificación, donde la ingesta regular de dosis más bajas está diseñada para evitar una alteración significativa de la conciencia. La mayoría de las personas realizan microdosificación con LSD o psilocibina, pero el 7,4% utiliza DMT, el 5% utiliza 2C-B y el 3,4% utiliza mescalina.4 Aunque la interpretación científica de la microdosificación varía, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la FDA definen una microdosis como el 1% de la dosis farmacológicamente activa, hasta un máximo de 10 microgramos (µg). Por lo tanto, una microdosis psicodélica sería del 5-10% de una dosis psicoactiva habitual.9
La mayoría de las investigaciones sobre la terapia psicodélica se han centrado en la psilocibina. Hasta el 9 de febrero de 2023, había 115 ensayos clínicos intervencionales estudiando la psilocibina como tratamiento para afecciones como el trastorno de estrés postraumático (TEPT), la depresión, trastornos de personalidad y adicción a sustancias.10 La psilocibina parece permitir que las células nerviosas formen nuevas conexiones en el cerebro al aumentar el tamaño y número de las espinas dendríticas, estructuras que se extienden desde las células nerviosas y reciben información de otras células, lo que podría proporcionar beneficios cognitivos.11
En noviembre de 2022, un gran ensayo clínico de fase IIb con 233 adultos con depresión resistente al tratamiento mostró que los participantes que recibieron una sola dosis de 25 mg de psilocibina redujeron significativamente los puntajes de depresión en comparación con el grupo de control que recibió una dosis de 1 mg durante un período de tres semanas. A los participantes se les administró una dosis (10 mg o 25 mg) de psilocibina sintética en un entorno controlado, lo que resultó en efectos alucinógenos que duraron de seis a ocho horas. La tasa de respuesta fue del 37% en el grupo de 25 mg, del 19% en el grupo de 10 mg y del 18% en el grupo de control. Sin embargo, eventos adversos como dolor de cabeza, náuseas y mareos ocurrieron en 179 participantes y fueron más altos en el grupo de 25 mg. Por lo tanto, se requieren ensayos clínicos más grandes y prolongados para evaluar la eficacia y seguridad de la psilocibina en el tratamiento de la depresión.12
Conclusión
El uso de sustancias psicodélicas está ganando popularidad, con drogas alucinógenas utilizadas para mejorar la concentración, la salud mental, disminuir el dolor y reducir el consumo de sustancias. Aunque todavía se considera un tratamiento experimental en la mayoría de los casos y requiere más investigación, la terapia psicodélica está mostrando resultados prometedores. Australia puede ser el primero de muchos países en reconocer las sustancias psicodélicas como medicina. Por lo tanto, los profesionales de seguros involucrados en la evaluación médica deben familiarizarse con las consecuencias negativas y positivas que el aumento del uso de psicodélicos puede tener en la salud humana.